
Por: Humberto Espinoza Maguiña.-En la presente versión de la Semana del Andinismo, en cumplimiento de la programación central se estableció la organización del campeonato internacional de Parapente con la participación de deportistas nacionales y extranjeros.
Este evento se cumplió el pasado 30 de julio en la ciudad de Caraz, en donde los deportistas calificados iniciaron la competencia desde el cerro San Juan de esa localidad, entre los participantes se presentó un experimentado deportista de nacionalidad francés Xavier Murrilo de 55 años dedicado desde su juventud a este difícil deporte de aventura, quien el día de competencia cumplió una excelente faena por la tranquilidad del viento y sus amplios conocimientos en la practica de este deporte.
Al día siguiente el francés con sus dos amigos partieron nuevamente con sus respectivos parapentes intentando volar todos los pueblos del Callejón de Huaylas, pero debido a que se mostraba un peligro latente por los fuertes vientos en ese lugar, el primero de los deportistas se bajo en el estadio de Caraz el Segundo voló hasta Yungay, quien fue precisamente el quien vio por ultima vez a Xavier Murillo que estaba volando a una considerable altura por la Quebrada de Huashau muy cercano a los nevados del Huascarán y Huandoy, en donde desapareció y hasta la fecha a pesar de los denodados esfuerzos que cumplen los rescatistas no se tiene ni rastros del ciudadano galo.
Según versiones de los Guías de Alta Montaña, se presume que debido al fuerte viento en su intento de tomar más altura el deportistas francés haya sido arrasado por el viento a lugares inhóspitos de difícil acceso por lo que hoy desde las primeras horas se unirán al piquetes de rescatistas un grupo de la Fuerza Aérea quienes volaran la zona a bordo de una avioneta con la finalidad de visualizar los lugares de difícil acceso por tierra.
Mientras tanto a través de la embajada de Francia acreditado en nuestro país los dirigentes de la Casa de Guías de Huaraz han comunicado a sus familiares de esta difícil situación por lo que se advierte que en cualquier momento estarán arribando al aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima, para luego trasladarse por tierra al lugar de los hechos.
El deporte de aventura que se viene practicando desde hace muchos años atrás en los pueblos del Callejón de Huaylas, consiste es un deporte de mucha adrenalina, que su ejercicio se necesita experiencia y estar en perfectas condiciones de salud por lo que en el presente informe les alcanzamos mayores detalles de este deporte que se viene masificando en nuestro país y el mundo.
¿QUÉ ES UN PARAPENTE?
Un parapente es una aeronave hecha solamente a base de tela y cuerdas, sin ninguna estructura rígida aparte de la silla del piloto. Pero... ¿Vuela realmente o sólo sirve para tirarse, como un paracaídas?
El parapente es, realmente, un descendiente de los paracaídas de exhibición: no de los paracaídas redondos, sino de otros de planta cuadrada o rectangular formados por dos capas de tela, que tienen cierta capacidad de planear. A finales de los setenta, unos paracaidistas especializados en saltos de exhibición, probaron a despegar desde una pendiente muy inclinada para ahorrarse el remonte con el avión. Aquello fue el comienzo.
¿ COMO SE VUELA EN UN PARAPENTE?
En efecto, vuela. A partir de aquellos paracaídas que podían planear un poquito, se fueron diseñando perfiles aerodinámicos cada vez con más capacidad de planeo. Actualmente un parapente de diseño avanzado puede recorrer unos nueve metros por cada metro de altura que pierde (planeo 9/1) y alcanzar velocidades de vuelo de más de 50 Km/h, lo que para una estructura de tela ya es mucho.
Con esta capacidad de planeo resulta posible aprovechar las corrientes de aire ascendente y permanecer sin aterrizar durante mucho tiempo, a veces horas. Incluso pueden aprovecharse las mismas corrientes ascendentes de origen térmico que usan ciertas aves para coger altura sin cansarse, y remontar, a veces acompañados por ellas, cientos y hasta miles de metros de altura sobre el suelo y viajar ¡muchos kilómetros! Ésa es la máxima expresión del vuelo libre: el cross-country, el aterrizar muy lejos del despegue habiendo sobrevolado paisajes desconocidos.
¿ES PELIGROSO EL DEPORTE DEL PARAPENTE?
¿Es peligroso conducir? ¿Y bañarse en el mar? Sí y no. El parapente es sin duda un deporte muy técnico, como el ala delta, que no puede aprenderse de cualquier manera, que debe practicarse con prudencia y que nos obliga a conocer muy bien cuáles son nuestras posibilidades reales y nuestros límites. Practicado de esa forma no es peligroso.
Pero al ser una estructura flexible y carecer de elementos estructurales, tales como tubos y varillas que le den rigidez, ¿no existe el peligro de que “se arrugue y se caiga”?
En efecto, cabe el riesgo de que una turbulencia inesperada provoque el pliegue accidental de una parte del perifil de tela, pero esas incidencias -a las que llamamos “plegadas”- no son peligrosas, aunque sí necesitan un pilotaje adecuado para resolverlas con eficacia.
La principal fuente de peligro en el parapente es el pilotaje imprudente o torpe. Por eso es necesario aprender este deporte en una escuela donde nos enseñen la técnica, la teoría y la práctica paso a paso, sin prisa, donde podamos hacer muchas horas de práctica sin despegar del suelo, levantando el parapente como si fuera una cometa (“hacer campa”). Esas horas de práctica son las que luego, en pleno vuelo, nos darán la tranquilidad de saber que dominamos nuestra máquina voladora.
¿CÓMO SE PILOTEA UN PARAPENTE?
El piloto va sentado en una silla y sujeto a ella mediante unas cintas similares a las de un arnés de escalada. Esta silla tiene unos mosquetones a los que se sujetan unas bandas, también hechas de un nylon muy resistente. Desde estas bandas salen unos cordinos -los suspentes- que llegan hasta la estructura de tela, la vela, que se encuentra a una altura sobre el piloto de entre cuatro y ocho metros.
La vela tiene una forma elíptica y está formada por dos capas de un tejido sintético especial muy resistente y ligero, llamado rip-stop. En la parte que se enfrenta al viento -el borde de ataque- esta estructura está abierta permitiendo que el aire entre en su interior. En la parte que queda hacia el sotavento -el borde de fuga- y por los laterales, la estructura está cerrada. De esta forma el parapente es en realidad “un saco lleno de aire”. La presión de este aire contenido en su interior es lo que mantiene la forma aerodinámica de la estructura, que de esta forma ha pasado de ser un montón de tela a ser algo muy parecido al ala de un avión, es decir: una aeronave, una máquina voladora.
El piloto tiene en las bandas, a la altura de su cabeza, unas anillas de tela, los frenos, de las que salen unos cordinos que, tras ramificarse, llegan hasta el borde de fuga del parapente. Al tirar de los frenos el borde de fuga se deforma y el resultado es que el parapente frena su velocidad de avance. El freno derecho actúa sobre la mitad derecha de la vela y el izquierdo sobre la mitad izquierda, así que al tirar del freno derecho, la mitad derecha de la vela se frena y la mitad izquierda se adelanta, resultando así que el parapente gira hacia la derecha, y viceversa.
Puede además inducirse un giro desplazando el peso hacia un lado de la silla: cuando el piloto se inclina hacia la derecha, la vela se inclina también y se produce un giro hacia la derecha, y viceversa, claro. De manera que el pilotaje se realiza con los frenos y cambiando el peso a un lado y a otro.
¿EN QUÉ CONSISTE EL EQUIPO DE VUELO?
Para volar basta con el parapente, la silla (equipada con un paracaídas de emergencia), unas botas que nos permitan caminar y correr con seguridad por terreno accidentado y un casco, pero si prevemos que el vuelo puede prolongarse o que podemos encontrar corrientes ascendentes, necesitaremos además ropa de abrigo y guantes, ya que al ascender encontraremos capas de aire muy frío, aunque en el suelo haga un calor veraniego.
Además, es bueno contar con una radio para mantener contacto con tierra y un altivariómetro o “vario”, aparato que nos indicará si subimos o si perdemos altura y a qué velocidad lo hacemos.
Como en todos los deportes que precisan la utilización de material del que va a depender nuestra seguridad, debemos revisar periódicamente cada elemento del equipo: el paracaídas debe ser desplegado y plegado cada tres o seis meses, los cordinos, las bandas, la silla, sus cintas de anclaje, la vela, precisan revisiones frecuentes y cuidadosas. De esta forma podremos confiar siempre en nuestro equipo.
¿QUÉ VUELA MÁS: UN PARAPENTE O UN ALA DELTA?
Difícil pregunta, que suele venir acompañada de la otra: ¿Y qué es más seguro (o más peligroso, según quién pregunte)?
La respuesta es que ambos deportes son muy seguros o son tremendamente peligrosos según quién los practique. Ambos tienen un ingrediente nada despreciable de riesgo, ambos son, como ya se ha dicho, deportes muy técnicos, en ambos es necesaria una preparación previa y ambos necesitan por parte del piloto cierta dosis de prudencia.
En cuanto a qué vuela más, el ala delta, al ser una estructura rígida y dotada por ello de mayor velocidad y capacidad de planeo, puede recorrer mayores distancias y soporta con más estabilidad las turbulencias. El parapente, al ser una aeronave más lenta, puede en cambio aprovechar corrientes ascendentes más pequeñas -su radio de giro es menor- y despega y aterriza con mucha más facilidad.
¿DÓNDE PUEDO APRENDER A VOLAR EN PARAPENTE?
Lo más sencillo, ya que estás leyendo esto, es que busques en esta misma página web, direcciones y teléfonos de escuelas de vuelo y llames preguntando precios. Verás que hay bastante homogeneidad. Puedes también, por supuesto, acercarte a una zona de vuelo y preguntar a los voladores, tanto de ala delta como de parapente, todas las dudas que tengas. Te estaremos esperando para contarte todo lo que quieras saber de este deporte.
Fuente: PRENSA REGIONAL
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