Una multitud de hinchas chilenos alentarán a su selección. Los nuestros deben vencer contra todo para hacerse del primer lugar del grupo C a las 5:15 p.m. [América TV, en vivo]

(AP)
La selección peruana hace números. Tiene que pensar en cuál será el resultado del partido posterior entre México y Uruguay, o simplemente ganar y hacerse del primer puesto del grupo. O ver de costado el hecho de que Brasil aún no cierra su serie y, en el peor de los casos, podríamos chocar con los cariocas. O que quedar segundos nos ponen contra Argentina. Todos esos factores –o ninguno– pueden estar en juego durante el partido que enfrente a la bicolor ante México.
Y es que la selección nacional debe enfrentar a Chile en un escenario ligeramente complicado. No solo por las ausencias, que al fin y al cabo serán una cuestión técnica con el fin de recuperar a jugadores para los cuartos de final, sino por el hecho de que la ‘Roja’ será local en Mendoza.
Esta ciudad está apenas a siete horas de Santigo, por tierra. Mucho menos tiempo en avión. Hasta el tipo de cambio favorece a los mapochinos, que han caído como una turba sobre la localidad. No hacen más que caminar gritando “Chi, chi, chi, le, le, le”.
Sin embargo, los jugadores de la selección, aleccionados por Markarián, han puesto paños fríos al clásico del Pacífico y se han concentrado solo en el choque. Arropados entre los hinchas peruanos en las afueras del hotel y pidiendo la mesura que no tienen las barras que se agarran a cánticos –sin violencia física, eso sí– por la noche mendocina.
La selección tiene que pensar en números, en el rival, en los hinchas. En todo. O debe pensar nada más en las ganas de romperla en el Malvinas Argentinas y en celebrar.
Y es que la selección nacional debe enfrentar a Chile en un escenario ligeramente complicado. No solo por las ausencias, que al fin y al cabo serán una cuestión técnica con el fin de recuperar a jugadores para los cuartos de final, sino por el hecho de que la ‘Roja’ será local en Mendoza.
Esta ciudad está apenas a siete horas de Santigo, por tierra. Mucho menos tiempo en avión. Hasta el tipo de cambio favorece a los mapochinos, que han caído como una turba sobre la localidad. No hacen más que caminar gritando “Chi, chi, chi, le, le, le”.
Sin embargo, los jugadores de la selección, aleccionados por Markarián, han puesto paños fríos al clásico del Pacífico y se han concentrado solo en el choque. Arropados entre los hinchas peruanos en las afueras del hotel y pidiendo la mesura que no tienen las barras que se agarran a cánticos –sin violencia física, eso sí– por la noche mendocina.
La selección tiene que pensar en números, en el rival, en los hinchas. En todo. O debe pensar nada más en las ganas de romperla en el Malvinas Argentinas y en celebrar.
- Fuente: EL COMERCIO
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